Y si fuera eliminando pisos (primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, ático), mi cama flotara, no hubiera gravedad... quizás me trasladaría en sueños hacia donde estuvieras tú. La cama voladora, ya ves tú, el gran invento de la imaginación en todos los tiempos. Pero qué quieres, soy un poco clásica. Me baso en lo poco que he visto en las pelis de ficción.
Entonces podría viajar, muy muy rápido, y en cinco minutos plantarme al otro lado del mundo, preguntarte qué tal, darte un beso de buenas noches y desaparecer. En pijama, eh? Tal cual, como si fuese lo más normal. Eso me bastaría para no echarte tanto de menos estos días. Un techo de menos, y dos, y tres....mientras cuento techos me duermo. Mi realidad se hace un sueño y me ocurre precisamente lo que tanto he deseado. Me despierto tranquila, a sabiendas de que estás bien. Y suena love of lesbian en la radio y ya sabes en quién pienso y me voy a la ducha con una sonrisa en la boca. Me tomo el café y voy a trabajar. Ojalá no fuera lunes, pero esta mañana me la tengo que tomar de buen humor.
Tu no estás, ni estarás, ni cada día será lunes. Todo lo bueno y lo malo viene junto, cómo iba a ser, si no.
Cada día cuento un techo de menos. Hasta llegar a cero y tocar con los pies en el suelo.
2 comentaris:
wow! me ha encantado :)
ghraciaz (a modo zhalwa)
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