9 d’ag. 2009

qué dificil es aceptar que todo ha cambiado


somos los mismos.
es el mismo sitio.
veo y lo reconozco todo.
pero, sin embargo, sé que se ha transformado. o yo, o todo lo demás.
es un giro relativo, no importa el origen de coordenadas.

busco algo y no sé qué es. ni a dónde buscar, ni qué mirar. quizás en los cajones de recuerdos, pero los quiero apartar, de momento, por ahora. las cajas de pasado empiezan a oler a podrido. sin querer me he montado mi pasado en cajitas, mientras no sé si pensaba en un presente, un futuro, o en el pasado mismo. sin querer han pasado años. sin querer he cambiado.

desearía volver a algunos momentos, nunca había dicho esto. siempre era feliz de ser en el momento en el que estaba. ahora lo aprovecharía porque sé que es una etapa que no se va a repetir jamás. como ninguna de las otras, pero ésta, en concreto, ha sido la etapa por excelencia. los años de esplendor.

veo jóvenes apenas empezando esta época de sus vidas, y los veo con las mismas inquietudes, los mismos impulsos, la misma energía que yo tenía. y no estoy hablando de hace muchos años. cómo puede ser que salgan estas frases de mí, estas frases que las diría mi abuelo?

añoranza, nostalgia, miedo, quizás.

no me quiero amarrar a lo que me ha tenido atada toda la vida. la familia, mi casa, mi lugar. pero a la vez sé que ya lo estoy dejando poco a poco, ahora todo este entorno se está convirtiendo en un lugar de paso entre un destino y otro. las incertidumbres hacen que no sepa cuánto tiempo más permaneceré en la realidad en la que siempre he vivido. ahora me abro las puertas a mí misma y yo me pondré los límites. al mismo tiempo, me duele desamarrarme, soltarme esta cuerda, porque destapa mis miedos, porque me creo muy libre y muy aventurera pero en realidad soy una covarde.

no estamos perdidos. supongo que sólo un poco desprotegidos...
quizás extrañamente solos...