Ellos no saben el por qué. Culpan a todo quisqui del hecho. Bueno, ése hecho tampoco queda del todo claro. Más bien es un conjunto de hechos, una situación. Culpan a quien ven por televisión. Culpan a los políticos, a los famosos, a los ricos, a los banqueros.
El día en que ellos mismos se cortaron los hilos que los dominaban, consiguieron tener odio hacia todo aquello que les había ortorgado paz y tranquilidad durante años. Un poco de temblor bajo el suelo, y todo se les desquebrajaba. Un poco de inestabilidad, y se caían. Pero para algunos, ése pequeño temblor fue la gota que colmó el vaso, se encontraron en las mismísimas ruinas. En el límite de la pobreza.
Pero, y antes? Volvamos un tiempo atrás. Estos infelices eran felices. Habían explotado su sueldo al máximo. Habían materializado todos sus sueños. No les quedaban sueños de fantasía. Incluso se habían hipotecado con sueños, pensando en un futuro mejor, ¿cómo iba a ser, si no?. Nadie preveía lo previsible.
Todos los sueños hipotecados formaban una nube que tarde o temprano no cabría y en la más profunda depresión caería en forma de chubasco. Una gran tormenta, una lluvia de sueños deshechos. La típica imagen de una persona mojándose bajo la lluvia, y llorando a la vez, sabes? Ignoraban que esa lluvia la habían creado ellos mismos, uno a uno, el vecino, el amigo del amigo, la conocida de la prima... Y creían que el cielo era más espacioso que la tierra, que allí podían existir mil y un sueños habidos y por hacer. Pero se les derritieron encima.
¿Cómo iban a vivir ahora? Deudas y más deudas. La imaginación rota que de pequeños les robaron no les pudo salvar de ésta. Se volvieron infelices y ya está.
Cada día se pueden observar más caras amargadas. Sólo la sonrisa de un bebé nos recuerda que algún día hemos sido plenamente transparentes y que hemos sabido vivir con lo más esencial.
3 comentaris:
uau!! Molt ben escrit! Aviam si la societat aprèn a viure amb el que té sense voler sempre més i més...
com ha de seer.
Jo avui he somrigut com un nen trobant records als calaixos d'una habitació en desordre caòtic per l'arribada d'unes caixes berlineses i tot el que he hagut de reordenar per aquí :) Téns una petita sorpresa a certa pàgina internetiana! Vejam si somrius com un nen també! jeje
Consti que cada dia estic més d'acord amb què crisi, hi ha, però el que s'amarga és un mateix; i queixar-se t'acaba deixant no igual, sinó pitjor. És a dir, igual, i enfadat amb el món.
Espero que estiguis bé :)
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