The great escape

Merodeando de blog a blog, tropecé con uno que contenía ésta canción. Me enamoré a primera vista, o más bien dicho, a primer oído. He intentado sacar un poco de letra en inglés de oído para buscarla en google y sacar el autor. Pues bien, forma parte de la maravillosa banda sonora de anatomía de gray, y el autor se llama Patrick Watson, para quien le interese.



I've been looking far away
oh looking for the great escape
Get in this car and drives away, far from all things that we are
Puts on a smile and breathes it in and breathes it out and says "Bye-bye. Bye all of this"
Oh he says "Bye-bye. Bye to all the noise"

Hey child, things are looking down
That's okay, you don't need to win anyways
Dont be afraid just eat up all the grey and it will all fade away
Dont let yourself fall down

But I'm looking for the great escape
He says "Bye-bye, looking for the great escape"
I'm back, looking for the great escape"
The great escape

He soñado contigo

Cómo pueden cambiar las cosas...

El antes y el después, lo bueno y lo malo, solapados entre sonido e imagen, creando una sensación todavía más grande de la que serían por separado.

Inconscientemente escucharéis primero, a la segunda os fijaréis en las imágenes. Pero el concepto es claro. El abismo que se genera gracias a este efecto solapamiento hace recapacitar más al espectaor que en una secuencia de hechos sucesivos y cronológicamente ordenados, porque simplemente, no te lo esperas.

Se desencadena un final cuando a la misma vez se relata un inicio.

Y no sabemos las razones de lo que comenzó este inicio, ni lo que pasó después, sólo se deja ver el desenlace, el final del abismo en el que caerán nuestros protagonistas, que con sus voces tiernas, todavía no saben lo que les espera.

Nones

i així quedaré,
mig endormiscada
per efecte d'uns somnífers
i potser embriagada
de tants colors i tantes llums
de tanta gent
de la meva pròpia escalfor.


qui no vol,
per un moment,
desfer-se d'ell mateix?
replegar-se vers les cortines
i veure's
amagat rere elles.

ser un narrador omniscient
o simplement un ésser creador
que des de dalt tot ho veu
i així posseïr la veritat
aquella de la qual
tant m'havien parlat...

somniar, mentrestant
en un indret
on tot i res sigui el mateix..
d'on va sorgir tanta indiferència,
tanta incomprensió?

qui inventà els sentiments
quan posaren noms a les coses?

ja no queden més paraules
car en els meus somnis
s'esdevenen moments colpidors
en què el cor sent
algun moviment frissant
que mai havia sentit
cosa indescriptible, moment incaptable

no podré descriure el que se sent?
sobren gestos, sobren paraules,
sobren deixalles en aquest món.

i tot el que sobra
s'obre una porta
encaminada cap a l'oblit.

tan sols voldria uns ulls que comprenguessin.

Pliegues

sigue la línea recta.
sigue tu camino recto.
como mucho hazte unas curvas
como mucho escóndete entre mis pliegues
o rózate en el arcén.

Ser yo o no ser yo, eso es cuestionable

Todos somos personas, todos somos influenciables. Y más por gente que nos ha rodeado toda la vida. Gente que ha compartido muchas cosas con nosotros. Gente con la que tenemos confianza. Pero, y si vivimos un poco, ni que sea, engañados? Y si estamos siguiendo los consejos de los demás, y no miramos realmente qué es lo que queremos? Es difícil llevar a cabo tus propias decisiones, sería como encerrarse uno mismo al vacío, en un tupperware (tápergüer). A veces, los que más amigos creemos, sólo nos aconsejan para obtener un beneficio (parásitos) o quizás por lo que ellos creen tu propio bien, pero que al fin y al cabo no hagan más que hacerte mal. Ya el simple hecho de la influencia en si es como negar tus capacidades de escoger. Yo siempre he sido muy mala dando consejos, porque tanto te puedo decir blanco como negro, pero si escoges gris me parecerá muy bien, también. Soy buena en dar opciones, posibilidades, pero no en escogerlas yo por ti. Todo es razonable, desde cualquier punto de vista, la cuestión es creer en tu propio punto de vista, creer en el tono de gris que quieres.

Creer en tí mismo, y a los demás, de vez en cuando, que les den un poco.

Describe el silencio

* A veces me encuentro en medio de una conversación y no encuentro su sentido, por unos momentos me aislo como un narrador externo, observo la gente hablar y actuar, y en ese contexto no le encuentro sentido a nada. Yo no quiero pertenecer a ese instante. No quiero hablar, quiero actuar. Pero no sé hacerlo, falta coraje. No quiero escuchar. La gente habla para ser escuchada, para ser reconocida, para no ser olvidada, para no ser un muerto viviente. Hablamos para sobrevivir. Por eso hay tantos que sólo dicen tonterías, ansiosos por vivir más que los demás. Pero hablar no significa comunicarse. Pensad bien antes de abrir la boca, incautos.

Y a ti no...?

Te había pasado nunca? Habías echado de menos la sal pegada a tu cuerpo? Los restos de arena en la entrada de tu casa? A mi sí, ya me ha ocurrido. Las duchas frías después del chapuzón en el mar, no las aprecias más ahora? El sol impecable, el ver de colores, después de media hora frente a él. Las conversaciones, las revistas mojadas, arrugadas, las bolsas de patatas, y la botella de agua que siempre acaba hirviendo. Los niños jugando a hacer castillos, y las vecinas que se reúnen en otro punto distinto a la calle para cotillear. Las reuniones con los amigos, las salidas con tu madre de “venga, media horita y a comer”. El contar el paso del tiempo según los trenes. Sin reloj. El hecho de que en 5 minutos tienes la playa a tu alcance, y no necesitas a nada ni a nadie para salir en busca de unos momentos de relax. El comentar cómo la playa ha ido cambiando de forma, y el hecho que te vengan recuerdos de cuando eras chico, con el flotador, con los manguitos, con tus amigos, inventándoos juegos, pasando el día allí. De todas las medusas que has llegado a ver, incluso. La playa te lleva un recuerdo que unifica todos, absolutamente todos los años de tu vida, y eso es algo que nunca nadie te podrá quitar… a no ser que algún verano, no vuelvas a casa.