Aparecen mis pensamientos al deducir, una vez más, que nos controlan. Ellos quieren que seamos lo que hoy actualmente somos. Hacen que nos controlemos los unos a los otros. Lo que definen con libertad es una trampa que hay que analizar profundamente, pues esa supuesta libertad es una gran jaula que somos incapaces de ver des de nuestro pequeño rincón. Lo que nos hace sentir seguros, es una casa, un trabajo, algo con lo que ocupar nuestras horas. Seguir la pauta horaria que todo el mundo sigue. Hacer lo que vemos en la televisión. Vivir en familia estructurada o en pareja. Si no, nos sentimos inseguros. Por qué???? Por miedo a vivir nuestro propio camino, enfocado hacia lo que nosotros realmente queremos ser. Liberad vuestras mentes, gente, liberadlas y observaréis con la cabeza, no con los ojos, esos ojos que solo engañan vuestro cerebro, impregnándolo bajo el subconsciente de imágenes subliminales, induciéndoos a comprar, a consumir, a copiar formas de conducta.... Que sólo os impregna de propaganda, falsas esperanzas lanzadas como si de una promoción se tratase. No hagáis caso de quien mucho os habla, mucho os ofrece, y mantiene su mirada fija, anónima. Son ellos. Son los hipnotizadores. Que maquinan con gente de clase media, clase alta, clase baja, da lo mismo, somos el mismo rebaño de ovejas dispuesto a seguir a donde haga falta. Miedo tenemos de no seguir el pastor, el perro que muerde el rebaño, ya que no sabemos ver mundo más allá de los reportajes que nos muestran lo bueno y lo hermoso, puesto que sabemos que hay lo malo, y eso nos retrocede. Lo malo, el hambre, la guerra, esa guerra contra la que hacemos mil manifestaciones, pero que no conocemos. Sí, nos creemos muy listos por haber tenido una enseñanza de mierda, por saber lo mismo que sabe tu compañero, y el otro, y el del pueblo de al lado, y el de 500 km más allá de tu casa. Pero no conocemos verdades, historias contadas por sus propias víctimas, por sus testimonios reales. Verdad de primera mano es lo que nos hace falta para crecer en esta sociedad de mierda. Para ser personas, para no depender de todas las máquinas que nos hacen una supuesta vida mejor. Para no necesitar vacaciones sólo para desconectar de un trabajo que nunca has deseado.
Para poder vivir, cojones.